Organización Mexicana para el Conocimiento de los
Efectos Tardíos de la Polio, A.C.
-OMCETPAC-
Organización Post-polio México

Desconocimiento del síndrome postpolio entre médicos y fisioterapeutas (Metaanálisis)

Sergio Augusto Vistrain
Noviembre de 2011
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Dos grupos de profesionales de la salud de Brasil realizaron cada uno un estudio para determinar el nivel de conocimiento que prevalece entre Médicos[1] y Fisioterapeutas[2] sobre el “síndrome post-polio”.

En ambos casos se utilizó un cuestionario que constaba de 33 preguntas cuyas opciones de respuesta eran “sí”, “no” o “no sé”. 15 de esas preguntas versaban sobre la poliomielitis paralítica y las 18 restantes sobre el SPP, e indagaban sobre su etiología, su diagnóstico y su tratamiento.

En dichos estudios participaron 30 Médicos (con un promedio de 18 años de experiencia) y 61 Fisioterapeutas (con 5 de experiencia, en promedio). Totalizando ambos grupos, los encuestados suman 91, con un promedio de 12 años de experiencia profesional en materia de salud. De ese total, el 50% (Médicos, 63%; Fisioterapeutas, 44%) han atendido personas con secuelas de poliomielitis.

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A la pregunta sobre si el paciente que ha padecido la poliomielitis recupera, o no, su funcionalidad, ya sea en forma total o parcial, responden que “No” el 22% de los encuestados (Médicos, 20%; Fisioterapeutas, 23%), mientras que el 8% desconocen la respuesta (Médicos, 10%; Fisioterapeutas, 7%).

Cuando se les preguntó si existe tratamiento para la poliomielitis, dijeron que “No” el 18% (Médicos, 33%; Fisioterapeutas, 10%), mientras que el 16% (Médicos, 13%; Fisioterapeutas, 18%) no supieron contestar.

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Con respecto al síndrome postpolio se les preguntó si habían oído hablar de la enfermedad y si habían recibido información sobre ésta. Del total de entrevistados, el 35% (Médicos, 43%; Fisioterapeutas, 31%) nunca habían oído hablar de la enfermedad.

Ahora bien, si el 47% (Médicos, 50%; 46%, Fisioterapeutas) nunca habían tenido información sobre el Síndrome Postpolio, muy comprensible resulta entonces que el 35% de los encuestados (Médicos, 43%; Fisioterapeutas, 31%) desconocían totalmente las manifestaciones clínicas de este trastorno de salud.

Ante la afirmación de que “el síndrome postpolio sólo afecta a las personas que padecieron la poliomielitis paralítica”, el 38% de los encuestados (Médicos, 47%; Fisioterapeutas, 34%) no supieron responder si es correcta, o no. En cambio, el 37% (Médicos, 17%; Fisioterapeutas, 47%) dijeron que la afirmación es “Incorrecta”.

Por otra parte, el 56% de estos profesionales de la salud (Médicos, 47%; Fisioterapeutas, 60%) desconocen si existe un tratamiento para el SPP.

Cuando se les leyó una frase que afirmaba que “el síndrome postpolio es una enfermedad neuromuscular progresiva”, el 23% (Médicos, 10%; Fisioterapeutas, 29%) dijeron que “No” lo es, mientras que el 39% (Médicos, 40%; Fisioterapeutas, 39%) no supieron responder.

Al cuestionárseles sobre si existe alguna restricción para la actividad física intensa en los pacientes que sufren el mencionado síndrome, el 37% de estos profesionales (Médicos, 40%; Fisioterapeutas, 36%) no supieron responder.

Finalmente, cuando se les preguntó a ambos grupos de profesionales de la salud si al momento de su graduación contaban con información sobre cómo lidiar con el SPP, el 74% (Médicos, 83%; Fisioterapeutas, 69%) dijeron que “No”.

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Las conclusiones derivadas de ambos estudios sobre el nivel de conocimiento sobre el síndrome postpolio coinciden en que, tanto entre los Médicos, como entre los Fisioterapeutas:

  1. Faltan conocimientos sobre el SPP.
  2. La razón de ello es que la comunidad médica se ha olvidado de la poliomielitis paralítica, como resultado de la erradicación de esta enfermedad, tanto en Brasil, como en la mayoría de los países del mundo.
  3. Las Políticas Públicas y Programas de Sensibilización de estos profesionales deben estar preparados para enfrentar la enfermedad, dado el continuo incremento en el número de casos de personas que lo presentan.
  4. Es importante que las universidades incluyan en sus planes de estudios disciplinas relacionadas con las enfermedades neuromusculares y, en particular, con el síndrome postpolio.

Si bien estos son resultados de Brasil, con base en mi experiencia personal me atrevo a aseverar que la situación ahí encontrada no dista mucho de ser la misma que en el resto de los países de Iberoamérica y de muchos otros países, de muchos de los cuales ni siquiera existe información de cómo lo están llevando con respecto a la problemática.

No obstante, llama la atención que, siendo Brasil el país donde nació la iniciativa para que al síndrome postpoliomielitis le fuera asignado un código, el G14, en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud, las cosas sean así; tan similares a la gran mayoría de las naciones del orbe.

La conclusión que este hecho sugiere es que, en una gran cantidad de países, incluido Brasil, México, España y muchos otros, la existencia, por sí sola, del código G14 no resuelve el problema de fondo; el abrumador desconocimiento de la patología entre los profesionales de la salud.

Mientras los profesionales de la salud no conozcan el síndrome postpolio, no lo podrán jamás diagnosticar y, mientras no sepan diagnosticarlo, nunca podrán brindar a quienes lo padecen el tratamiento más adecuado para que, al menos, conserven su calidad de vida.

Muy sabia y relevante continúa entonces pareciéndome aquella frase que escuché en el Congreso de Rehabilitación al que, para hablar precisamente del síndrome postpolio asistí en Puerto Vallarta (2007): “No es posible diagnosticar una enfermedad que no se conoce, como no es posible curar lo que no se diagnostica”.

[1] Ferreira1, Vancini2, Andrade2, Alves1, Benite-Ribeiro1 & Barbosa de Lira3. AVALIAÇÃO DO CONHECIMENTO SOBRE A SÍNDROME PÓS-POLIOMIELITE ENTRE MÉDICOS.

[2] Oliveira1, Vancini2, Peixinho-Pena2, Andrade 2, Benite-Ribeiro1, Barbosa de Lira3 AVALIAÇÃO DO CONHECIMENTO SOBRE A SÍNDROME PÓS-POLIOMIELITE ENTRE FISIOTERAPEUTAS

1. Setor de Fisiologia Humana, Universidade Federal de Goiás – UFG/Campus Jataí 2. Departamento de Fisiologia, Universidade Federal de São Paulo - UNIFESP 3. Orientador - Setor de Fisiologia Humana, Universidade Federal de Goiás – UFG/Campus Jataí