Organización Mexicana para el Conocimiento de los
Efectos Tardíos de la Polio, A.C.
-OMCETPAC-
Organización Post-polio México

Anestesia en los sobrevivientes de la Polio

Frederick M Maynard & Joan L. Headley
Manual Sobre los Efectos Tardíos de la Poliomielitis, para Médicos y Sobrevivientes
(Handbook on The Late Effects of Poliomyelitis for Physicians and Survivors,
Gazette International Networking Institute, USA, 1999, Post-Polio Health International)
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La anestesia moderna ha llegado a ser extremadamente segura, pero muchos sobrevivientes le temen debido a informes de problemas durante y después de al anestesia. Los problemas potenciales incluyen una mayor sensibilidad a las drogas que paralizan (relajantes musculares), la necesidad posible de la ventilación mecánica después de la cirugía, y problemas de dolor después de la cirugía. Todos los sobrevivientes de la Polio, especialmente aquellos con una historia de complicaciones respiratorias, necesitan decirle a su cirujano y anestesiólogo que han tenido poliomielitis.

La clase de anestesia elegida - general, regional, o monitoreada- depende la operación que se está haciendo, las condiciones médicas del individuo y los deseos y las habilidades del anestesiólogo y del cirujano. Hay razones teóricas para elegir anestesia regional si es posible, porque disminuye la respuesta hormonal al estrés por la cirugía. Planear la anestesia apropiada sólo puede tener lugar después de que el anestesiólogo aprende sobre los problemas médicos de los sobrevivientes de la Polio, y toma en consideración los planes de tratamiento para el período después de la cirugía, tales como si podría ser necesaria la ventilación mecánica, y cómo será tratado el dolor.

Reportes del pasado, sobre no haber sido capaces de revertir el efecto de los relajantes musculares, más probablemente debido a la sobredosis de la droga, han contribuido al miedo de la anestesia general. Los sobrevivientes de la poliomielitis son muy sensibles a los relajantes musculares porque tienen menos neuronas a bloquear. El curare, droga que paraliza los músculos, hoy raramente se utiliza. Los anestesiólogos ahora eligen entre drogas relajantes musculares mejores y más controlables, además de que rutinariamente miden la respuesta de cada persona a los relajantes musculares, usando un estimulador del nervio. Un acercamiento seguro para el anestesiólogo es utilizar sólo la mitad de la dosis normal al principio y observar cómo reacciona el individuo. Si es necesario, puede agregarse más anestésico muscular relajante, y la posibilidad de una sobredosis se disminuye.

Ningún estudio publicado documenta problemas de anestesia en sobrevivientes de la poliomielitis. Sin embargo, algunos sobrevivientes han pensado que sus síntomas típicos de la post-poliomielitis llegaron a ser peores después de anestesia regional.

Si se utiliza la anestesia espinal, la recomendación actual, para la población en general, así como para los sobrevivientes de la Polio, es utilizar el bupivacaina[1], anestésico local, en vez de la lidocaína. Hay informes del daño posible del nervio con lidocaína. Se considera segura para la anestesia dental y la anestesia epidural.

La ventilación mecánica postoperatoria puede ser necesaria para ayudar a la respiración después de la cirugía, especialmente en cirugías mayores. Más común en el sobreviviente de Polio que actualmente utiliza la ventilación mecánica o la ha necesitado en el pasado, la ventilación mecánica postoperatoria le da tiempo a los pulmones para recuperarse de los efectos de la cirugía y la anestesia.

Muchos sobrevivientes de la Polio parecen ser muy sensibles al dolor, particularmente en los miembros largos paralizados, y necesitar medicina adicional para el dolor después de la operación. Es importante que se planee un tratamiento para manejar el dolor después de la cirugía. Una combinación de opiniones a menudo funciona mejor.

El cirujano puede inyectar anestésico local en el sitio quirúrgico mientras el anestesiólogo puede dar la medicación para el dolor, de manera que esta esté trabajando cuando el individuo despierte y al paciente se le puede continuar con infusiones contra el dolor, que pueden ser auto-ajustadas.

Una de las decisiones más importantes relacionadas con la cirugía es dónde llevarla a cabo. Las preguntas a responder incluyen:

  • ¿el hospital tiene un equipo quirúrgico con experiencia en el cuidado de sobrevivientes de Polio o de gente con enfermedad neuromuscular?
  • ¿está disponible la UCI [unidad de cuidados intensivos] si la ventilación mecánica postoperatoria fuera necesaria?
  • ¿está el anestesiólogo anticipadamente disponible y demuestra preocupación por problemas relacionados con la post-poliomielitis?
  • ¿el anestesiólogo que atenderá el caso mide rutinariamente la transmisión neuromuscular?
  • ¿el cirujano parece estar enterado de posibles problemas postoperatorios por la poliomielitis?

Los más importantes centros médicos con programas académicos de entrenamiento en anestesiología, y con una unidad de rehabilitación incorporada, a menudo cumplen estos criterios. Las personas con menores problemas post-poliomielíticos pueden ser consideradas para cirugía en una unidad de cirugía ambulatoria, si ésta cumple los criterios arriba descritos y si el individuo contará con ayuda en el hogar después de ser dado de alta.

Uno debe esperar ver al anestesiólogo antes de haber elegido al cirujano para discutir con él el estado propio de salud y compartirle nuestras preocupaciones respecto a la anestesia.

Si un individuo no puede comunicarse, es importante que un abogado [o familiar] que sabe los problemas potenciales hable con el anestesiólogo. Si el anestesiólogo para la cirugía, sea ésta elegida o de emergencia, no parece demostrar una apropiada preocupación, el individuo tiene el derecho a rechazar la cirugía hasta que se sienta cómodo con la relación. Sin embargo, las operaciones de emergencia son más difíciles porque hay poco tiempo para planear.

Para cualquier cirugía, los sobrevivientes de la poliomielitis deben estar en el mejor estado de salud posible antes de la operación.

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[1] La bupivacaina es un anestésico local que produce un bloqueo reversible de la conducción de los impulsos nerviosos impidiendo la propagación de los potenciales de acción en los axones de las fibras nerviosas autónomas, sensitivas y motoras. La bupivacaina se compone de un anillo lipofílico de benzeno unido a una amina terciaria hidrofílica por medio de hidrocarburo y un enlace amida. Es utilizada para infiltración, bloqueo nervioso, anestesia epidural y espinal. (Fuente: Anesnet)

Traducción y notas de pie de página por Sergio Augusto Vistrain, para Organización Post-Polio México, con el permiso de Post-Polio Health International (más formalmente Gazette International Networking Institute). Organización Post-Polio México es responsable sólamente de la traducción.